
El oráculo del Templo de Apolo en Delfos era presidido por la Pitonisa - la Pitia -, una mujer que podía tener hasta 50 años (edad bastante avanzada para la época) que el día 7 de cada mes, considerada como fecha del nacimiento del dios Apolo, daba respuestas al consultante.
La Pitonisa se sentaba sobre un trípode colocado en una pequeña habitación llamada
aditon
. El
Aditon se encontraba al fondo del santuario de Apolo Pitio, es decir - literalmente -
en un lugar sagrado de acceso prohibido.
A la Pitonisa suele representársele con una rama de laurel en la mano, el
Laurus nobilis, la planta de Apolo, que quemaba o masticaba durante el rito y que era y es considerada ligeramente tóxica. En la antigua Grecia el Laurel de Apolo era símbolo de la victoria, la sabiduría, el genio, el heroísmo.
Los consultantes de Delfos solían regresar a sus casas munidos de una corona de laurel.