jueves, 23 de septiembre de 2010

Historia del Santuario de Delfos


El Santuario de Delfos en el conjunto sagrado de la antigua Grecia

El nombre de Delfos (plural Δελφοί / Delphoí) viene de delfín (δελφίς / delphís).
En la poesía de Homero Apolo tomó forma de un delfín ara atraer a los marinos cretenses encargados de instaurar su sulto en el lugar.
Las trazas más antiguas de una ocupación humana en la región de Delfos remontan al paleolítico.
Delfos estaba en la Fócida, a un lado del monte Parnaso y al otro lado del Cirfis. La ciudad de Delfos se ubica en una meseta en la ladera meridional del monte Parnaso, adyacente al santuario de Apolo, el lugar del oráculo. Esta proyección semicircular se llama Fedríades Phaedriades, es decir, las Resplandecientes. Son unas peñas altísimas que se llaman, respectivamente, la Flemboukos (la Flameante) y la Rhodini (la Roja) por los vivos reflejos que arranca de ella el sol.
Frente al santuario se abre el estrecho valle del río Pleistos. La ciudad de Delfos estaba en medio de las dos estribaciones montañosas y los antiguos comparaban su posición con un teatro. Hoy está cercana la ciudad de Kastri. A unos 15 km al sudoeste de Delfos está el puerto de Cirra, en el golfo de Corinto.
La ondulada llanura de Crisa, cubierta de verdes olivos, que se extiende entre Delfos y el no lejano golfo de Corinto, contrasta con el paisaje severo y agreste del santuario. Aquí se encuentra la carretera que lleva de la Grecia oriental al mar Jónico, y la que desde el norte conduce a Itea y el Peloponeso.
La ciudad-santuario era casi inaccessible, pero tenía tres caminos que llevaban a ella: uno desde Beocia llamado Skiste, al este, y dos más al oeste desde Anfisa y desde Crisa. Los peregrinos que venían de Cirra lo hacían por el tercer camino.
El único lado de la ciudad no defendido por accidentes naturales era el sur, donde se había construido una muralla. La ciudad era pequeña y no tenía más de 3 km de circuito. Ya 1400 años antes de nuestra era se encontraba una pequeña aldea sobre el sitio del sanctuario; este lugar se llamaba Pythô (La Ilíada cf. II, 519 y IX, 405, y en La Odisea cf. VIII, 80). Pythô fue abandonado entre 1100 y 800 antes de nuestra era; es a partir de esta fecha que el santuariocomenzó a desarrollarse con la elevación de un primer altar y un primer templo que la tradición délfica ubicaba en una pendiente donde se encontraba una fisura natural que exhalaba gases (Strabon, IX, 3, 5).
Pero es sobre todo a mediados del siglo VIII antes de nuestra era y a mitad del VII que el Apolo Pitio gana una gran notoriedad.


Maqueta del Santuario de Delfos. Museo del sitio. Grecia.

El templo estaba bajo la ciudad junto a las rocas Fedríades, en medio de les construcciones sagradas o recinto del templo, recinto circundado por una muralla y atravesado por la vía sagrada, flanqueada de los edificios de los tesoros (tesaurus) de los pueblos vinculados al oráculo; la vía sagrada llegaba al templo, hexástilo de orden dórico, y daba entrada a un recinto subterráneo donde, delante del ónfalos, la Pitia después de beber agua de la fuente Castalia, hacía su profecía en medio de emanaciones gaseosas que salían de una hendidura de la roca.
En el añ0 313 antes de nuestra era un terretomoto destruyó parte del santuario. A partir de entonces la reconstrucción yla resurrección del santuario se hicieron difíciles: Delfos comenzó una larga agonía. Desde el Ier siglo de nuestra era ningún edificio fue ya construído en Delfos.
En 392 la prohibición de cultos paganos en el Imperio Romano, debido a un edicto del emperador Teodosio, marcó la fin del culto a Apolo Pitio. Las ruinas, abandonadas, fueron redescubiertas sólo durante el primer Renacimiento, en el siglo XV, precisamente cuando los intelectuales europeos buscaban sus orígenes en la Grecia clásica y en la Roma eterna.

miércoles, 1 de septiembre de 2010

Hisopo, hierba sagrada y medicinal


Hyssopus officinalis L.
Hierba sagrada por excelencia, el hisopo crecía y era cultivado en los jardines de Delfos.
De flores que pueden ser violetas, azules, blancas o rojas, el hisopo - ya mencionado en la Biblia (Números 19:18) - es un arbusto que crece en zona de garrigas, tierra más bien seca pero aireada, soleada y con buen drenaje, en toda la cuenca del Mediterráneo. Tiene un olor profundo que debe haber sido causa de su santificación.
En la Grecia preclásica se consideraba ante todo una planta sagrada por estar dedicada a Hera y a Hermés, y por utilizarse en los ritos mágicos de purificación su nombre en Occidente es una adaptación directa del griego υσσοπος (vocablo que tiene que está en relación con el acto de purificar), tomado a su vez del hebreo esob que designaba la pequeña planta quemada en el rito dela inmolación de la Vaca Roja (Números 19: 6) pero también para purificar la casa de los leprosos y para "hisopear" con la sangre del cordero pascual sacrificado. Como vemos, en ambas culturas el hisopo servía para los ritos de limpieza, purificación y bendición, aunque algunos estudiosos piensan que el esob bíblico no es el Hyssopus officinalis debido a que se trata de una planta mediterránea y no nativa de Palestina, sino una especie del Capparis spinosa. En algún momento intentaremos dilucidar este problema.
Pero el hisopo se servía también como planta medicinal (lo que en la época no estaba desligado dela religión) y como condimento; sus hojas - frescas o secas - se empleaban en las ensaladas o en los asados, tanto para condimentar como parte del relleno.
El hisopo aparece nombrado como hierba aromática en el Tanaj hebraico(del acrónimo en hebreo תַּנַ"ךְ), es decir el Antiguo Testamento. En el Evangelio según Juan es la planta en la que los legionarios que custodian la cruz de Jesús de Nazaret ensartan la esponja embebida en vinagre que le dan de beber (Juan 19:29), sabiendo que el hisopo reducía la fiebre y ayudaba a la respiración.
Mucho más tarde, en la Edad Media, fue muy empleada en los jardines monacales y como ingrediente esencial de algunos licores muy antiguos,como el de la Grand Chartreuse , l'absinthe fabricado en Suiza o el pastis.
El aceite esencial del hisopo es abortivo y peligroso para el sistema nervioso.
Tradicionalmente se empleaba (y se emplea aún hoy)
- para estimular la digestión
- para ayudar a la evacuación de gases intestinales
- como tónico para fortificar y aliviar las mucosas de las vías respiratorias y gastrointestinales
- como expectorante para aliviar la tos y otras afecciones de los pulmones
- para fortificar el sistema respiratorio
- para reducir la fiebre
- para provocar la sudación